Porque te lo debo.

Me has acompañado durante toda mi vida y espero que lo sigas haciendo porque has sido siempre fiel, siempre has ido conmigo de la mano. Me has animado en los momentos difíciles y has animado mis momentos de alegría.
Tengo que decir que no todo ha sido un camino de rosas, pero me traes más momentos felices que tristes y depende de cómo vengas, puedes hacer que mi cabeza y todos mis sentidos quieran vivir o que por el contrario, quiera quedarme contigo a solas, sin nadie más, y tú en mi cerebro. Me das vida.

Me has llevado a atravesar sentimientos dulces y amargos, me has hecho estremecer el corazón hasta que lo has llegado a apretar tanto que ha llegado a derrochar alguna lágrima que otra.

Si me vienes a la mente, recuerdo lugares, momentos, personas, paisajes… personas.

Porque a través de ti, he conocido un poco más el alma de quien dejaba verse; la vida en definitiva de otras personas, de las que descubres que eres cómplice de sus sentimientos, y que te lo está contando sólo a ti.

Hoy por hoy podría decir que no puedo vivir sin ti, que me gustas en todo tu ser, toda tu existencia y todas tus formas, y que si tuviera que elegir entre dejarte y estar a tu lado, no hay duda, te llevaría conmigo siempre.

Sería como una pesadilla pensar en volver a nacer y vivir en un mundo en el que no existes.

Nada mejor que dedicarte unas palabras en tu día, aunque hayan pasado unos minutos, pero es que me tenías atrapada y no quería yo, ni me dejabas tú escaparme.

Gracias MUSICA por existir.

21 de junio: Día Europeo de la Música