lunes, marzo 19, 2007

Ratones de... ¿gimnasio?


A la mayoría de los hombres no hay quien los entienda, pero existe una raza a parte que son los amigos del músculo que esos son un grupo a parte con sus propias reglas de comportamiento.
Mi gimnasio no creo que sea muy diferente al resto de los gimnasios del mundo, es más el nombre de “gimnasio vacacional” (H.G), invita a pensar en la playa, chiringuitos, sol, diversión y todas aquellas cosas que son propias de las vacaciones, aunque luego allí no vale tirarse al sol sobre una toalla, nada más lejos de la realidad.
Hay varios tipos por allí circulando.
Hoy precisamente mientras que yo estaba “tranquilamente” sobre la cinta de correr, me he pegado un susto de muerte, y es que en la cinta de al lado, había un personaje bajito con trazas de Torrebruno más de que de Rambo sufriendo y sudando de lo lindo, y corriendo como si lo fueran a prohibir mañana. De repente grita “Vamos Miguelíiiiiiiiiiiin”. He mirado por el espejo al señor de 55 años que había a su otro lado pensando que era Miguelín y ante la cara de asombro resultó que no, Miguelín era él mismo… todo el gimnasio mirándole claro. Sigo con mi ejercicio después del susto y al rato otra vez….”Tú puedes Miguelíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin”. Otro grito. Mi corazón ya no ganaba para sustos porque pensé que le pasaba algo. Y cada vez gritos más seguidos: “Ay Diossssssssssssssssss”, “Tú puedes Miguelíiiiiiiiiiiiiiiinn”, así que me fui a la bici.
De repente en la cinta que dejé libre al lado de Miguelín, se sube uno que parecía que venía de ordenar el trastero: pantalón de pijama y camisa de cuadros… una camisa de cuadros para ir al gimnasio????!!! Vamos que como diría Ros, never in my life he visto eso.
Cada día es una historia distinta. Desde diciembre que voy he visto cada friki que vamos, ni buscándoles.
Al que hace tiempo que no veo es a un calvo que va con una camiseta de deporte como de neopreno que lleva los abdominales marcados como si fuera un superhéroe. No sólo esto, también lleva gorra calada hasta las pestañas. Debe ser por el sol por aquello de las holidays.
Y luego hay otro que hace tiempo que no veo que está siempre rondando la zona de pesas, se pone en una máquina de brazos por ejemplo, levanta 2 o 3 veces y se va a dar otra vuelta. Hasta aquí más o menos normal, pero es que el tipo cambia el peso que ha levantado sin que le vea nadie para que el siguiente diga… “Ah, qué tío más fuerte!!!!!”. Si ha levantado 15Kg, lo cambia y pone 60 y se queda tan fresco. Eso sí, estira hasta romperse delante de su grupito de conocidos porque con ese esfuerzo… jaja… es que me parto.
Como yo voy a lo mío en plan autista con mi mp3, me hago la loca pero realmente estoy analizando todo el rato y no saco ninguna regla de comportamiento para estos tipos masculinos, pero como de momento voy a seguir, seguiré observando para encontrarle lógica, aunque creo que no tiene mucho.

Otra cosa son las chicas que van, esas merecen un post a parte, sobre todo las que van maquilladas… sobran comentarios.

3 comentarios:

Ladycaña dijo...

¡Me partooooooo!
El Miguelíiiiiiiin ese es una mina, no dejes de observarle. Te propongo algo, cuenta cuantos tíos de los que van al gimnasio se van después a casa en manga corta, aunque haga un frío que pela. Es otro síntoma inequivoco para identificar estos especímenes de gimnasio.

ariuca dijo...

Claro, es que la inversión en músculos hay que rentabilizarla... Como que la Maricruz en cuanto saque abdominales se pone de Shakira...

Carrie de Barbate dijo...

Mañana por la mañana vuelvo a ir a ver si Miguelín sigue corriendo o qué.
Ariuca que no lo dudes que iré en plan Chaki... sobre todo cuando nos da por asalvajarnos en las playas de Cádiz.